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viernes, 17 de octubre de 2014

AMELIA BLAS NIEVES - EL CRIMEN DE LA Ñ

El crimen de la
Ñ
amelia blas nieves

I - LUBO PANOVA

    No comprendo cómo se complicó tanto esta historia. Normalmente pensamos que no hay razones para sospechar de nuestro vecino, pero la verdad es que a nuestro lado puede haber un terrible asesino. Bueno, no quiero adelantar nada comenzaré por el principio. Todo empezó el día que llegó Lubo Panova. Recuerdo que eran las 9 de la mañana y estábamos en clase de gramática.
       - Muy bien, chicos, ahora vamos a corregir los ejercicios que mandé ayer. Estoy segura de que no habéis tenido problemas con el imperativo,  ¿verdad?
    Ésta es nuestra profesora Lola Duro, la única mujer que es feliz con el imperativo. Nunca he visto a nadie tan optimista a primera hora de la mañana. Por suerte llamaron a la puerta.
       - Perdona, Lola, ya ha llegado Lubo Panova - dijo el conserje.
       - Pasa, pasa. Bienvenido a nuestra clase. Gracias, Félix, hasta luego. Mirad, chicos, os presento a Lubo Panova, él es de Romanía y ahora va a vivir en España con su familia. Lubo es muy tímido pero yo espero que vosotros seáis simpáticos y amables con él.
         Lubo era un chico extraño. Era muy moreno pero tenía unos enormes ojos grises. Llevaba ropa de los años ochenta y el pelo muy peinado. Simona me escribió una nota: "No me gusta". A mí tampoco me gustó, pero no sé explicar por qué. Había algo extraño en él.
         - Te presento a los que van a ser tus compañeros de clase: Dave Manson, un surfista australiano; Rosivaldo, nuestro brasileño favorito; Kimitaka, japonés...
            - Una foto por favor - Lubo Panova estaba sorprendido por el flash y parecía molesto y muy incómodo.
           No te preocupes, Lubo. A Kimitaka le gusta mucho hacer fotos a todo el mundo y siempre lleva la cámara. Éstas son Francesca y Simona, nuestras chicas italianas y Yukiko, experta en moda y una gran cocinera de sushi, ya lo verás. La última es Amandine, una francesa muy romántica.
          Lubo se sentó al lado de Amandine, que colocó su libro en la mitad para compartirlo.
         - La verdad es que has venido en el mejor momento porque ahora empiezan los carnavales.
            - ¿Qué son los carnavales? - preguntó Yukiko.
      - El carnaval la vida la fiesta, la samba... - dijo Rosivaldo.
         - Sí Yukiko. Es una fiesta muy famosa en todo el mundo. ¿Has oído hablar del carnaval de Rio de Janeiro?
          - Sí, pero yo pensaba que el carnaval no existía en España. ¿Qué hace la gente en carnaval?
          - Los españoles se disfrazan, hacen fiesta, cantan y bailan.
          - Pero ¿por qué?
          - Bueno, el carnaval es una fiesta muy antigua donde la gente celebraba que acababa el invierno y empezaba la primavera. La gente se disfraza con otra personalidad. Nadie puede saber quién está debajo de la máscara, por eso puedes bailar, cantar, hacer tonterías y todas las cosas que siempre quieres hacer pero te da vergüenza.
           - Es un poco loco - dijo Kimitaka.
         - Sí, pero muy divertido - comentó Rosivaldo -. Profesora, ¿por qué no hacemos una fiesta de carnaval en la escuela? Yo quiero bailar con las chicas guapas.
           Todo el mundo empezó a reír y a hablar en voz alta  sobre la fiesta.
           - muy bien. Un momento, por favor, silencio. Si queremos hacer una fiesta, tenemos que darnos prisa. Los carnavales empiezan este fin de semana. Tenemos cuatro días para organizarlo todo. Hay que hacer invitaciones, preparar los disfraces, la decoración, la música, las bebidas... es mucho trabajo.
           - Cuando hay una fiesta somos muy trabajadores - dijo Rosivaldo.




II - EL GATO NEGRO

     
 Había estado pensando en la fiesta durante toda la semana. Todo estaba preparado y el salón de actos de la escuela estaba listo para la gran fiesta de carnaval de esa noche.
         Mi familia española me había ayudado a hacer mi disfraz de princesa árabe. "¡Dios mío! Este traje me queda genial."
       Ya era la hora de salir y estaba vestida así esperando a Simona en el cuarto de estar. La abuela veía su telenovela favorita mientras yo escribía a mis amigos italianos; quería contarles todo sobre la fiesta. De pronto llamaron al timbre, era Simona.

                                          
    - ¿Te gusta? Esta noche voy a ser una bruja - dijo Simona.
        
  - Pero ¿por qué llevas una falda tan corta?
        - Porque voy a ser una bruja muy sexy. Y tú pareces una princesa árabe de verdad.
         - Muchas gracias. Pero ahora vámonos, que quiero saber cómo se ha disfrazado Rosilvado. Dijo que sería una sorpresa muy especial.
    Cuando salimos del cuarto de estar casi pisamos a Boli, el gato de la familia, que estaba corriendo por el pasillo a toda velocidad.
          - ¡Boli!
         - ¿Estáis bien? Este maldito gato nunca se está quieto - dijo Carmen, mi "madre" española.
          - Pues cuando se cruza un gato negro es símbolo de mala suerte.
          - No digas tonterías, abuela. Chicas, estáis muy guapas las dos. Es mejor salir ya si no queréis llegar tarde. Venga, os llevaré en coche.
         Cuando llegamos a la fiesta no me podía creer que aquél fuera el mismo sitio donde estudiábamos. El salón de actos estaba lleno de gente bailando y bebiendo. Simona se fue a bailar. "¡Estopa! Éste es mi grupo favorito."
        De repente me di cuenta de que no podía reconocer a nadie. Todo el mundo estaba disfrazado y no podía saber quién era quién.
          - Hola, Francesca. ¿Quieres un poco de sangría? - me dijo alguien disfrazado de Catwoman.
          - ¿Eres Amandine?
          - Sí, soy yo.
          - ¿Que es la sangría?
        - Es vino tinto con gaseosa, frutas y un poquito de canela. Está buenísimo. Venga, prueba un poco. ¿Sabes? Kimitaka me ha dicho que ha venido todo el mundo: los alumnos, los profesores, el conserje, Juani la de la limpieza, incluso el director.




                
          - Si quieres ver a alguien loco de verdad mira allí. Rosivaldo se ha disfrazado de vaca loca y está bailando con Yukiko.

 - ¿Yukiko es el indio apache? Oye, y ¿de qué se ha disfrazado el chico nuevo?
        - ¿Lubo Panova? Pues... no sé. No lo he visto. Quizás ya esté en la fiesta no podemos reconocerlo. Hay demasiada gente.
         - Oye, ¿y donde está Lola?, ¿de que se ha disfrazado?
      - Creo que es aquella que está vestida de flamenca, pero no lo sé. Los profesores están mezclados con los alumnos. Me parece que el director es ese hombre que va vestido de egipcio.
         - No, ése es Félix, el conserje.
 - Puede ser, pero pienso que es el director porque Lola nos dijo que él se iba disfrazado de egipcio. Mira cómo baila, es un torpe. Seguro que es él.
        Detrás de mí escuché un sonido de pequeñas campanitas o cascabeles. Miré pa       - Pero ¿quiénes son? Todos están disfrazados, no puedo reconocerlos.
                  - Bueno, yo tampoco. Pero mira, ¿ves a                          aquella  rubia tan alta?
 
                  - ¿La que tiene el vestido azul?- Sí. Pues                        es Dave.
                  - ¿Dave Manson? No me lo puedo creer.                          ¡Está loco!
- Si quieres ver a alguien loco de verdad mira allí. Rosivaldo se ha disfrazado de vaca loca y está bailando con Yukiko.
 - ¿Yukiko es el indio apache? Oye, y ¿de qué se ha disfrazado el chico nuevo?
        - ¿Lubo Panova? Pues... no sé. No lo he visto. Quizás ya esté en la fiesta no podemos reconocerlo. Hay demasiada gente.
         - Oye, ¿y donde está Lola?, ¿de que se ha disfrazado?
      - Creo que es aquella que está vestida de flamenca, pero no lo sé. Los profesores están mezclados con los alumnos. Me parece que el director es ese hombre que va vestido de egipcio.
         - No, ése es Félix, el conserje.
       - Puede ser, pero pienso que es el director porque Lola nos dijo que él se iba disfrazado de egipcio. Mira cómo baila, es un torpe. Seguro que es él.
        Detrás de mí escuché un sonido de pequeñas campanitas o cascabeles. Miré para atrás y vi a un arlequín. No podía verle la cara porque tenía una máscara, pero se quedó quieto mirándome un momento. Después desapareció entre la gente.
          - Francesca, ¿me estás escuchando?

          - Perdona, Amandine, es que estaba pensando en algo que dijo la abuela.
      De repente, una luz muy fuerte me dejó ciega. ¡Flash! Después de parpadear pude ver a Limitaka vestido de safari. 
          - ¡Kimi! Casi me dejas ciega. No puedo ver nada.
        - Perdona, Francesca, es para la revista de la escuela, estoy haciendo fotos a todo el mundo.
          - Entonces quizás pueda ayudarme. ¿Quién es el hombre que va vestido de arlequín?
           - No sé. No he visto a nadioe así.
         - Bueno, no importa. Será mejor que deje de pensar tanto y empiece a bailar y a pasármelo bien. Por cierto, Kimi, ¿sabes bailar La bomba?




           III - UN CARNAVAL MUY TRÁGICO


                       Creo que ésta es la mejor fiesta de toda mi vida. Aquí están todos mis a -migos. La música es genial, la sangría está... ¡Hum!... deliciosa y tengo que re -conocer que la comida española es increíble. Me lo estoy pasando muy bien. Es- to sí que es una buena fiesta. Aquí llega Juani, señora de la limpieza con más marcha del mundo.
        - Pero bueno, Juani, ¡sí te has disfrazado de futbolista!
        - Perdona, Francesca, no me he disfrazado de cualquier futbolista. Del Real Madrid, bonita, del Real Madrid.
         -Eres increíble, tú siempre estás de buen humor. Además, hoy no tienes que trabajar. Quedate con nosostros.
          - Pues sí, hoy estamos de fiesta y no pienso trabajar nada. Antes he ido al baño y he visto que el despacho del director estaba todo desordenado con los papeles por el suelo, los cajones abiertos... como si hubiera pasado un huracán. Pero yo no voy a hacer nada. Sólo quiero bailar y pasarlo bien.
         - Y ¿qué crees que ha pasado?
         - Ni lo sé ni me importa. ¿Un poco más de tortilla?
        - No gracias, está riquísima, pero ya he comido bastante. Si como un poco más, voy a explotar.
        - Mira, ahí está tu amiga Simona.
        - ¡Hola, Simona!  ¿Qué tal? Cómo te lo estás pasando?
       - ¡Uf! Genial, pero ahora necesito sentarme un poco. Estos zapatos nuevos me están matando - dijo Simona mientras buscaba una silla -  ¿Sabéis? No sé qué es lo que pasa pero el director está discutiendo con todo el mundo. Primero con el profesor de literatura y ahora con Lola. Mira, mira, allí están.
       - La verdad es que parecen muy ridículos discutiendo vestidos así.
       - Te lo dije antes. Aquí pasa algo - dijo Juani - Espero que no estén hablan-do de despidos.
       - Bueno, la verdad es que todo el mundo está muy raro esta noche.
       - ¿Por qué dices eso?
       - Pues no lo sé... no lo sé. Es una sensación - dijo Francesca.
     De repente oímos un grito y la música se paró. No sabía qué era lo que estaba pasando. Miré y vi cómo se agrupaba la gente formando un círculo. El director estaba en el suelo.
    Juani fue corriendo hacia allá y examinó el cuerpo del director. Todo el mundo estaba muy alborotado y comentaba qué podría haber pasado.
       - ¿Qué le ha pasado? ¿Cómo está el director?
     - No es el director - dijo Juani muy seria -. Es Félix, el conserje. No tiene pulso. Creo que está muerto.
       La gente comenzó a ponerse muy nerviosa y a asustarse.
       - Pero ¿qué estás diciendo? No es posible - dijo Lola.
       - Hay que llamar a un médico.
      - No. A quien hay que llamar es a la policía - dijo el director saliendo de la multitud -. Fijate bien. Los dos estamos vestidos igual. Quizá el asesino quería matarme a m í y no a Félix.
       - Nadie ha hablado de asesinato. Quizá Félix estaba enfermo, no lo sé... tal vez el corazón - dijo Juani.
     Estaba muy impresionada por lo que había ocurrido. Me quedé de pie, quieta, parada, en silencio, intentando comprender lo sucedido. Fue entonces cuando volví a ver al arlequín, estaba mirando con una sonrisa misteriosa. En un impulso, empecé a acercarme mientras él se alejaba mezclándose entre la gente. Cada vez avanzaba más y más deprisa. Entonces escuché un ruido a mis espaldas, detrás de mí se cerraba una puerta con mucho cuidado. Alguien que no quería ser visto estaba intentando escapar. Sólo pude ver que llevaba un traje negro. En ese momento Lola entró rápidamente.
        - He llamado a una ambulancia y la policía ya está aquí - anunció nerviosa.
        Pero ¿quién había salido tan silenciosamente?¿Tendría relación con lo que le había pasado a Félix? ¿Sería un asesinato, como dijo el director? Nunca pensé que algo así podría pasarle a un amigo o a un conocido mío. Estaba asustada, pero también tenía mucha curiosidad. La verdad es que durante la fiesta habían pasado cosas muy extrañas.
        ¿Quién sabe? Tal vez querían matar al director y mataron a Félix. Era increíble que los dos estuvieran vestidos exactamente igual, los dos iban disfrazados de egípcio con el mismo disfraz, todo el mundo los habia confundido. No sabía qué pensar...


  
IV - LA VIDA ES UNA TELENOVELA

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