EL GATO Y EL RATÓN
ANÓNIMO
La sátira es un medio de expresión
universal que encontramos en todas las culturas, como vía de acceso a la
crítica social. Aunque las referencias directas y el origen se hayan perdido,
las relaciones representadas en esta obra son tan antiguas como la propia
civilización.
Al igual que en la actualidad, en el
Antiguo Egipto los gatos eran llamados a depredar a los ratones que asaltan los
almacenes. Esta dicotomía entre depredador y depredado se invertiría en esta
pieza de piedra caliza encontrada en la aldea de los artesanos de Deir
el-Medina y que se conserva en el Museo de Brooklyn, en Nueva York.
En el dibujo podemos, ver sentado en
una silla, a un ratón gordo que huele despreocupadamente la flor que sostiene
con una mano, mientras con la otra sostiene una copa con la que exige ser
servido, extendiéndola hacia adelante, hacia un sirviente cuyo semblante,
sorprendentemente, es el de un gato.
La posición antinatural de
servidumbre del gato está reforzada por el abanico que sostiene en una mano,
unido al pato asado que ofrece al ratón, mientras porta un paño fino que
subraya la intención de servir.
Esta imagen juega con la relación
entre la clase alta acomodada y los sirvientes que atienden sus necesidades. La
yuxtaposición de los animales domésticos proporcionaría una intensidad
adicional a la escena.
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