EL CAMALEÓN Y EL ARCOIRIS
YUSUKE YONESU
Comienza así
nuestra historia:
Un camaleón
orgulloso, que se burlaba de los demás por no cambiar de color como él. Pasaba
el día diciendo: ¡Que bello soy!
¡No hay ningún
animal que vista tan señorial!
Todos admiraban sus
colores, pero no su mal humor y su vanidad.
Un día, paseaba por
el campo, cuando de repente, comenzó a llover.
La lluvia, dio paso
al sol y éste a su vez al arco iris.
El camaleón alzó la
vista y se quedó sorprendido al verlo, pero envidioso dijo: - ¡No es tan bello
como yo!
- ¿No sabes admirar
la belleza del arco iris?: Dijo un pequeño pajarillo que estaba en la rama de
un árbol cercano.
- Si no sabes
valorarlo, continuó, es difícil que conozcas las verdades que te enseña la naturaleza.
- ¡Si quieres, yo
puedo ayudarte a conocer algunas!.
- ¡Está bien!: dijo
el camaleón.
- Los colores del
arco iris te enseñan a vivir, te muestran los sentimientos.
El camaleón le
contestó: ¡Mis colores sirven para camuflarme del peligro, no necesito
sentimientos para sobrevivir!
El pajarillo le
dijo: ¡Si no tratas de descubrirlos, nunca sabrás lo que puedes sentir a través
de ellos!
Además puedes
compartirlos con los demás como hace el arco iris con su belleza.
El pajarillo y el
camaleón se tumbaron en el prado.
Los colores del
arco iris se posaron sobre los dos, haciéndoles cosquillas en sus cuerpecitos.
El primero en
acercarse fue el color rojo, subió por sus pies y de repente estaban rodeados
de manzanos, de rosas rojas y anocheceres.
El color rojo
desapareció y en su lugar llegó el amarillo revoloteando por encima de sus
cabezas.
Estaban sonrientes,
alegres, bailaban y olían el aroma de los claveles y las orquideas.
El amarillo dio
paso al verde que se metió dentro de sus pensamientos.
El camaleón empezó
a pensar en su futuro, sus ilusiones, sus sueños y recordaba los amigos
perdidos.
Al verde siguió el
azul oscuro, el camaleón sintió dentro la profundidad del mar, peces, delfines
y corales le rodeaban.
Daban vueltas y
vueltas y los pececillos jugaban con ellos.
Salieron a la
superficie y contemplaron las estrellas. Había un baile en el cielo y las
estrellas se habían puesto sus mejores galas.
El camaleón estaba
entusiasmado.
La fiesta terminó y
apareció el color azul claro. Comenzaron a sentir una agradable sensación de
paz y bienestar.
Flotaban entre
nubes y miraban el cielo.
Una nube dejó caer
sus gotas de lluvia y se mojaron, pero estaban contentos de sentir el frescor
del agua.
Se miraron a los
ojos y sonrieron.
El color naranja se
había colocado justo delante de ellos.
Por primera vez, el
camaleón sentía que compartía algo y comprendió la amistad que le ofrecía el
pajarillo.
Todo se iluminó de
color naranja.
Aparecieron árboles
frutales y una gran alfombra de flores.
Cuando estaban más
relajados, apareció el color añil, y de los ojos del camaleón cayeron unas
lagrimitas. Estaba arrepentido de haber sido tan orgulloso y de no valorar
aquello que era realmente hermoso.
Pidió perdón al
pajarillo y a los demás animales y desde aquel día se volvió más humilde.
FIN