Bambi
ANÔNIMO
Érase una vez un bosque donde vivían muchos animales
y donde todos eran muy amiguitos. Una mañana un pequeño conejo llamado Tambor
fue a despertar al búho para ir a ver un pequeño cervatillo que acababa de
nacer.
Se reunieron todos los animalitos del bosque y
fueron a conocer a Bambi, que así se llamaba el nuevo cervatillo. Todos se
hicieron muy amigos de él y le fueron enseñando todo lo que había en el bosque:
las flores, los ríos y los nombres de los distintos animales, pues para Bambi
todo era desconocido.
Todos los días se juntaban en un claro del bosque
para jugar. Una mañana, la mamá de Bambi lo llevó a ver a su padre que era el
jefe de la manada de todos los ciervos y el encargado de vigilar y de cuidar de
ellos.
Cuando estaban los dos dando un paseo, oyeron
ladridos de un perro. ¡Corre, corre Bambi! -dijo el padre- ponte a salvo. ¿Por
qué, papi?, preguntó Bambi. Son los hombres y cada vez que vienen al bosque
intentan cazarnos, cortan árboles, por eso cuando los oigas debes de huir y
buscar refugio.
Pasaron los días y su padre le fue enseñando todo lo
que debía de saber pues el día que él fuera muy mayor, Bambi sería el encargado
de cuidar a la manada. Más tarde, Bambi conoció a una pequeña cervatilla que
era muy muy guapa llamada Farina y de la que se enamoró enseguida.
Un día que estaban jugando los dos oyeron los
ladridos de un perro y Bambi pensó: ¡Son los hombres!, e intentó huir, pero
cuando se dio cuenta el perro estaba tan cerca que no le quedó más remedio que
enfrentarse a él para defender a Farina.
Cuando ésta estuvo a salvo, trató de correr pero se
encontró con un precipicio que tuvo que saltar, y al saltar, los cazadores le
dispararon y Bambi quedó herido.
Pronto acudió su papá y todos sus amigos y le
ayudaron a pasar el río, pues sólo una vez que lo cruzaran estarían a salvo de
los hombres, cuando lo lograron le curaron las heridas y se puso bien muy pronto.
Pasado el tiempo, nuestro protagonista había crecido
mucho. Ya era un adulto. Fue a ver a sus amigos y les costó trabajo reconocerlo
pues había cambiado bastante y tenía unos cuernos preciosos.
El búho ya estaba viejecito y Tambor se había casado
con una conejita y tenían tres conejitos. Bambi se casó con Farina y tuvieron
un pequeño cervatillo al que fueron a conocer todos los animalitos del bosque,
igual que pasó cuando él nació.
Vivieron todos muy felices y Bambi era ahora el
encargado de cuidar de todos ellos, igual que antes lo hizo su papá, que ya era
muy mayor para hacerlo.
FIN
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